9 de marzo de 2010

El niño 44

Vamos a intentar reactivar el blog. Aquí va una colaboración de Javi Zurrón. Millones de millones de agradecimientos.

En la Unión Soviética post-stalinista, alguien está asesinando niños. Semejante error en la estructura del Estado no es tolerable, así que es mejor no investigarlo, no destaparlo, hacer como que no existe.

Este podría ser el resumen de 'El niño 44', la primera novela de Tom Rob Smith.

Probablemente no pasará a la Historia de la Literatura como un gran clásico, pero sí da para unas tardes de lectura en el sofá al abrigo del frío exterior.

Me gusta el personaje principal, Leo. Es un héroe de carne y hueso. Tiene su faceta de "invencible", claro, pero también deja traslucir cierta "humanidad" que acerca al personaje un poco más a la tierra.

Me gusta la claridad de la exposición. A pesar de la cantidad de personajes no es necesario tener una chuleta al lado mientras lees para apuntar quién es quién.

Me gusta el ritmo. No decae. No hay altibajos. La novela mantiene un nivel de interés bastante constante a lo largo de toda la historia.

No me gusta la falta de originalidad del argumento. Otro asesino en serie traumatizado por los hechos de su infancia.

No me gusta el "post-final". Una vez resuelta la trama se nos presenta otra escena que me parece un poco forzada. Y utilizo el término "escena" a propósito, porque más bien parece una vuelta de tuerca a lo final "hollywoodiense" que un episodio netamente literario.

En general recomendable, especialmente para esos momentos que todos los lectores tenemos en los que te apetece "desengrasar" y leer algo que no te haga forzar en exceso las neuronas.

El niño 44 (Child 44)
Tom Rob Smith
Espasa-Calpe 2008
ISBN: 9788467027624

25 de mayo de 2009

Viviré con su nombre, morirá con el mío.

Y una nueva colaboración más, en este caso de otro amigo lejano (por lo de vivir lejos), Amalio Vigón. Mil gracias por la colaboración y a ver si la cosa se sigue animando. Aquí os dejo su recomendación:

Viviré con su nombre, morirá con el mío.

Jorge Semprún narra la historia autobiográfica de su día a día en el campo de "reeducación" alemán de Buchenwald. Son los últimos años de la Alemania Nazi y él es un preso de la Resistencia francesa con nombre y relativo peso político en el campo.

La trama principal, el hecho de hacerse pasar por otra persona para evitar su muerte inminente, es puramente anecdótica y lo apasionante del libro son las vivencias que en él se describen.

Un libro interesante y muy bien escrito, como se puede esperar de un sr. como Semprún que posee una capacidad intelectual fascinante.

Muy recomendable.

Cuatro historias, cuatro derrotas

Este artículo no es mío, sino de un amigo, Javier Zurrón, que me lo ha hecho llegar para que lo publique aquí en el blog. Mil gracias por ello Javi, esta es una de las cosas que pretendía con el blog y que por desgracia no estoy consiguiendo, a ver si se anima más gente. Reitero mis agradecimientos a Javi y aquí está su artículo íntegro, como no podía ser menos, no he tocado ni una coma:

'Los girasoles ciegos' no es una novela más sobre la Guerra Civil Española y sus consecuencias. Constituye una mirada a la cara más amarga de la derrota a través de cuatro perdedores, sin que ese concepto de perdedor se refiera necesariamente al vencido militarmente.

Las cuatro historias son independientes y se desarrollan en un período de seis años, desde 1936 hasta 1942, aunque el autor establece hábiles e interesantes puntos en común entre ellas, sorprendiendo al lector y obligando, en ocasiones, a releer lo leído para contrastar los puntos de vista de diferentes personajes.

Un desertor por motivos morales que elige el peor momento (y cuyo apellido es, irónicamente, Alegría); un poeta aislado en la montaña asturiana con su bebé recién nacido; un soldado que aprovecha su pequeña ventaja para retrasar lo inevitable, y un amante marido que finge tener una vida desde su escondite permanente. Todos ellos forman un retrato del dolor y de unos caminos sin retorno.

Caminos de los que los protagonistas (y el lector) conocen el punto final. Se trata de un destino más fácilmente aceptado en algunos casos, y falsamente difuminado por la esperanza en otros. Pero siempre inexorable y, a la postre, asumido.

El conjunto de la novela resulta heterogéneo, y la diferente construcción de los cuentos hace que el interés se decante más por unos que por otros. Quizás sea el segundo el mejor construido, el más interesante, el que mejor mantiene la atención. El más flojo de los cuatro acaba siendo el último, que es también el más largo.

La única novela de Aberto Méndez se publicó casi un año antes de su muerte, y el autor no llegó a conocer el éxito de ventas, los premios literarios ni la versión cinematográfica dirigida por José Luis Cuerda que se centra, por cierto, en uno solo de los relatos.

9 de septiembre de 2008

Tokio Blues

Este blog está abierto a cualquier colaboración literaria que me sea enviada, así que me congratulo en poner la primera de ellas, que me la envía mi amigo Javier Zurrón, recordad bien este nombre porque algún día filmará algo que hará correr ríos y ríos de tinta.

Tokio Blues, de Haruki Murakami

Casi todos tenemos un escritor, o dos, o quince, que nos hacen comprar cualquier obra suya que nos pase por delante. Desde que leí 'Crónica del pájaro que da vuelta al mundo' me ocurre eso con el autor japonés Haruki Murakami. No se trata, pues, de un acercamiento cronológico a su obra, no leo sus novelas en el orden en que fueron publicadas. Simplemente cuando veo alguna de ellas en un catálogo, revisa o librería, me hago con ella.

Hace unos meses se me puso a tiro 'Tokio Blues (Norwegian wood)'. Quizás podría empezar diciendo que es una novela que comienza de una forma desconcertante, pero probablemente no sería nada nuevo. Aún no conozco ninguna obra de Murakami que no empiece así. Pero poco a poco vamos descubriendo que todo tiene un sentido, una historia inicial, un porqué.

Toru Watanabe es el adolescente protagonista de un viaje iniciático, uno de esos momentos en la vida en los que el futuro se presenta ante tí como un profundo abismo al que no tienes muy claro si quieres tirarte. Si la muerte es un tema con bastante protagonismo en la obra de Murakami, en'Tokio Blues' es casi un leit-motiv. La adolescencia de Toru está marcada por una muerte, la de la novia de su mejor amigo también, lo mismo que la de Midori, personaje que aparece como un soplo de aire fresco aliviando la, a veces, agobiante atmósfera creada por el escritor.

'Tokio Blues' resulta una de esas novelas magnéticas de las que deseas leer más y más, conocer más a los personajes y conocer más personajes distintos. Y por si todo esto no fuera suficiente motivo para hacerse con la novela y disfrutarla ahora hay uno más: 'Tokio Blues' va a ser llevada al cine. Será dirigida por el realizador de 'El olor de la papaya verde', Tran Anh Hugh, y su estreno está previsto para el año 2010. Aún tienes tiempo.

1 de julio de 2008

El curioso incidente ...

Acabo de finalizar la lectura del libro "El curioso incidente del perro a medianoche" de Mark Haddon. Muy recomendable. Decir que abordé su lectura precisamente porque alguien me lo recomendó y realmente no me ha defraudado en nada. Es un libro sorprendente y muy original, no tanto por la historia que cuenta, sino por el modo en que está narrada, a través del peculiar personaje protagonista de la historia y que además es el narrador de la misma. No quiero entrar en detalles más concretos para no chafar nada a aquellos que no hayan leido el libro, pero comentar que los primeros capítulos hube de releerlos un par de veces, no por no entenderlos, sino sorprendido por el personaje protagonista y su manera de narrar/vivir la historia. Por lo demás, aparte de esta originalidad de planteamiento, la historia narrada, partiendo de un incidente anodino, cuando se va desgranando en su totalidad se descubre que es una historia cotidiana y común de nuestros días, y en eso también reside la eficacia de la obra, puesto que resulta bastante creible y convincente su argumento y desarrollo en cuanto al tema de fondo. No me extiendo más, recomendaros una vez más su lectura y que os guste !!

6 de mayo de 2008

Marathon Supporter

Aparte de comentar lecturas, ¿por qué no publicar escritos?, pues bien, para muestra un botón. Aquí tenéis una reflexión buenísima sobre esos sufridos apoyos de los deportistas, la autora de la misma es Bea y el protagonista Turi, que corrió recientemente la Maratón de Madrid, pero el texto puede extrapolarse en mi opinión a cualquier otro corredor habitual ... leedlo, merece la pena.


La dura vida del "marathon supporter"

Dedicado a Turi, Javi, Juan Luis, Alberto, José Manuel, Josetxu,
Maribel y al amigo de Maribel. A los que llegaron y a los que no. Pues
el sólo hecho de apuntarse a una maratón, entrenar y creerse capaz de
acabarla, me parece admirable.

Domingo 27 de Abril de 2008, 31 maratón de Madrid. Son las 6:40 de la
mañana y una voz me despierta "Beiiii, beiii.... que son las 7 menos
20!!" por Dios!!! que es domingo.... y es Turi!!! ¿os lo podéis creer?
Turi, el mismo al que le cuesta horrores levantarse todos los días, el
mismo que se agarra al mando de la tele y puede estar horas y horas
viendo los Simpson, Futurama y Padre de Familia ¡¡no me lo puedo
creer!! Me levanto y me lo encuentro tomándose las pulsaciones en el
sofá, "Oye, Bea ¿me puedes tomar las pulsaciones? es que tengo 41 por
minuto y me parecen muy pocas", toma no, a estas horas ¿qué quieres?
en fin....

A las 7:30 salimos de casa y cogemos el metro, hemos quedado sobre las
8:00 en Cibeles. En el metro, sólo hay gente que vuelve de juerga o
que va a la maratón. Nos da conversación un señor que quiere correr
este año 22 maratones!!! y ya lleva 7. Lleva 25 años corriendo
maratones. El señor afirma: "estoy bien ¿verdad?", a lo que Turi
responde: "Tu, lo que estás, es jubilao". De verdad, me han entrado
escalofrios, me he visto anciana, canosa y sin dientes, acompañando a
Turi a las maratones y gritando: "Hijoz miozzz, ánimo!!!".

Llegamos a Cibeles, una olor mezcla a reflex y sudor nos indica que
estamos en el lugar adecuado: la salida de la maratón. Es
entretenidísimo ponerse a observar a la gente. Llevan todos una
pinta.... los hay que parece que vayan a la piscina: bañador de flores
y camiseta de algodón y ¡alma de Dios! ¡con esas zapatillas piensas
correr 42 km! están los que se disfrazan de atletas profesionales:
camiseta de tirantes y pantalón braga ¡están para verlos!, los que se
gastan una pasta en ropa técnica: camisetas y mallas con unas zonas
transpirables y otras reforzadas, con gorra y sin gorra, con barriga y
sin barriga, mayores (pero mayores, mayores) y jóvenes (de estos hay
menos), con gafas de sol y sin ellas, con música o sin ella, eso si,
todos embadurnados de crema de esa forma que se la ponen los tios ¿es
que es imposible que se pongan bien crema? ¿tienen que ponerse medio
bote en medio de la cara y frotarse fuerte con los ojos y la boca
apretados para que no les entre?. Y ellas, también facilmente
clasificables: las machorras, hay que mirarlas dos veces para saber si
son un tio o una tia, las divinas, maquilladas y monísimas, las que
parece que vayan a hacer aerobic y las que más, las que vamos a
animar, porque lo más común es ver a una pareja, entre 30 y 40 años,
él preparadísimo para correr, ella con gorra, gafas de sol, la cámara
y la mochila, que buena voluntad tengo pero ¿seguro que vas a
necesitar todo esto que hay en la mochila? que tengo que cargar 4
horas con ella por el metro sube y baja escaleras!!!

Ahí los dejo, planificando la carrera, me voy a ver la salida desde el
puente que pasa sobre el metro Rubén Darío.

Al pasar por la salida, la de verdad, no la de los "corredores
populares", veo a "los buenos". Si para hacer esos tiempos en maratón
hay que estar así, yo paso. ¡Qué piernecitas que tienen! si de una mia
salen dos suyas. Para ver a los africanos, tienen que pasar dos veces.
Y Chema Martinez!! ¡cuanta razón tenían ayer los del Carrusel cuando
decían que parecía un refugiado de guerra! pero si el tío sólo come
fruta ¿cómo va a estar? eso si, 37 € de fruta cada dos días. Si que
sale cara la dieta sana, si.

Llego al puente, je, empieza la guerra!! las mejores posiciones están
cogidas y aún faltan 15 minutos para la salida. Madrid es lo que
tiene, vayas donde vayas, siempre hay gente. Me situo bien, pero,
maldición, llega una abuela, son las peores, se hacen las indefensas
para que les dejes el mejor sitio, que no me da la gana, hombre, que
esta señora está mejor que yo. Y su hija: "Mamá, ven para aquí que
esta chica te deja sitio" (sic), pero señora, que yo no he dicho que
le iba a dejar un sitio a su madre, brrr.... deberían poner como
delito el usar a niños y ancianos para coger los mejores sitios de los
espectáculos o cualquier evento masivo, como el colarse en la fila del
telesilla del esquí porque vayas con un niño ¡¡¡será posible!!!

Bueno, merece la pena, la vista es buena y puedo hacer bastantes fotos.

Siguiente punto de encuentro, km 11. Subo andando por Castellana. Una
de las cosas buenas que tiene el ser "marathon supporter" es lo que se
liga al principio de la carrera, cuando aún les queda sangre para
pensar, al final ya nada, ni sienten ni padecen, sólo piensan en poner
una pierna delante de la otra. Eso si, sólo se liga con maduritos, los
que son un poco más jóvenes, aún piensan en batir su marca y van
concentrados, pero los más abueletes son la pera: "Venga guapa, únete
un ratito con nosotros!!!", "Esas chicas guapas, qué bien animan!!!",
hombre, algo es algo, después del madrugón, al menos te suben la
autoestima.

Llego al km 11 a tiempo para ver pasar a los primeros... ¡por Dios!
¡cómo van! todo el mundo les anima y ellos ni se inmutan ¡vaya caras!
si parece que les sepa mal que animemos, yo creo que lo que tienen es
mucho hambre, que están todos muy flacos, como diría mi padre: "estos
tienen todos muchos ranchos atrasaos", y claro, quieren llegar a la
meta pronto para tomarse la Coca-cola y la barrita energética a punto
de caducar que dan siempre, lo veo en los ojos de Chema, que está
harto de tanta manzanza y sandía.

A mi izquieda una madre con dos niñas y otra embarazada con otra niña
de 4 años o así. A mi derecha, madre ya más mayor con niña
adolescente. Todas diciendo lo mismo: "Papá tiene que estar a punto de
pasar", papá lleva 20 minutos a punto de pasar, me alegra que tengas
tanta confianza en tu marido, pero no seas tan pesada, por Dios!!
"Pues mi marido va a hacer 3 horas 30 min", "El mio 3 horas 20
minutos", esto parece a ver quien tiene el marido más rápido, Turi
tio, acelera que yo no puedo decir nada..... Seguro que no se ponen
tan contentas cuando son rápidos en otras cosas, je, je.

Aquí veo a Turi, los maridos de las otras ya han pasado, pero traían
una cara malísima, Turi en cambio, sonriente a tope y dando saltos, no
es tan rápido pero es muuucho más divertido....

Siguiente punto de encuentro, km 15, calle Fuencarral, metro Tribunal,
bueno, sólo son 3 paradas de metro en la línea 10, pero voy un poco
justa. Nada, no veo a nadie del grupo. Pero llevo tantas carreras de
supporter, que ya me suenan los que corren: el que va disfrazado de
Groucho, siempre con el cartel de 4h15min, el que va disfrazado de
novia, el señor mayor de la melena blanca, el que corre siempre sin
camiseta, sea verano o invierno. Si ya les animo como si fueran de la
familia!!! Pasa Maribel, luego Javi. Dice que va el último, maldición!
ya voy mal de tiempo para el siguiente punto. Decido pasármelo, pues
estaba en el km 18 y no llego. Siempre soy muy optimista en las
planificaciones, me pasa con todo y luego voy agobiada a todos los
sitios.....

Me voy directa a Príncipe Pío, km 23,5. Salgo del metro y oh, no!!,
todo el mundo ha pensado lo mismo que yo, claro, un punto bien
comunicado, está llenísimo de gente. Se estrecha tanto el pasillo de
gente que esto parece las etapas de montaña del Tour. Los comentarios:
"¿Os podéis quitar del medio que llevamos mucho tiempo aquí y no
vemos?" "¿Os podéis apartar que estáis molestando a los corredores?".
Nada, ni caso, nosotros con nuestras cámaras de fotos y vídeo, a
codazo limpio, asomando el morro a ver si vemos a nuestros corredores.

Ahí llegan Cristina y los niños!!! qué guapos que están con sus globos
de maratón, sus pulseras de maratón. Su padre les cogió de todo, todo,
todo en la feria del corredor. Total, los globos acabaron enseguida en
la basura porque luego nadie quiere cargar con ellos. Hay un montón
de gente, je, je, ésta es la mía: "¿Os podéis apartar para que puedan
ver los niños, por favor?", ju, ju.... Siempre les pasa lo mismo, al
principio tienen vergüenza y ni animan ni nada, pero luego, no hay
quien los lleve para casa... Nada, no llegan ni su padre ni su tio, ni
Juan Luis, ni nadie..... Se sientan en el suelo, ya se cansan y acaban
de llegar!!! Y nosotras: "Uy, tiene que estar a puntito de llegar
papá". Lo se, lo se, pero ¡algo hay que decirles a las criaturas para
que aguanten!

Ahí llega Turi. Se para a darles besos a sus sobrinos, ay madre, pero
¿cómo te puedes parar? ¡a ver quien arranca luego! Malas noticias,
tiene una contractura en un gemelo desde hace un par de km, pero va
muy bien de tiempo, sobre lo previsto. Dice que va a ir más lento,
pero, como tiene tan buena cara y se le ve tan contento, no le hago
mucho caso, como siempre, je, je.

Al rato (20 minutos diciendo que papá está a puntito de llegar), llega
papá (Javi). Éste si que ya no arranca después de pararse a darle un
beso a los niños, bueno si, saca fuerzas para correr un ratito con
ellos, eso también lo hacen todos, no pueden más, pero siempre guardan
algo de fuerza para tirar de dos renacuajos, uno casi tira de él, otro
casi arrastrándose porque no llega ni al suelo...

Venga, ahora todos al km 30, una parada de metro, ¡está chupao! Allí
que llegamos, en pleno muro, a animar con fuerza, que ahora les hace
mucha falta. Y Turi que no llega y no llega.... y ya empezamos todos:
"Pues este me suena que iba delante de él", "Y este otro detrás", "Uy
si ha pasado el globo de 4h, seguro que ya ha pasado él". Ale, otro
punto de encuentro fallido.

Volvemos al metro, al km 37, el obelisco de Delicias. Ésta si va a ser
buena, Raúl ya está cansado, Javicho no para de correr de un lado para
otro, Javi lleva 23 km en las piernas, yo llevo 3 horas con la mochila
a cuestas recorriendo Madrid en metro y Cristina, con el bolso y la
mochila con todas esas cosas que llevan las madres: el agua, las
chocolatinas, las chaquetas, las gorras, la crema, los pañuelos....
pero ¡todo eso cabe en esa mochila! yo, cuando tenga hijos, no voy a
poder ir a seguir la maratón, porque entre lo que tengo que llevar
para el padre y lo que tendré que llevar para los hijos, voy a tener
que llevarme un trolley.

Llegamos a Delicias, ni rastro de Turi. Los niños, animadísimos, sacan
sus manitas para que las choquen los corredores. Los corredores,
después de 37 km, bastante hacen que intentan chocarlas. A uno se le
cae el agua, una chica tropieza... ay madre!!! esto ya es un
sufrimiento..... y Turi sin aparecer, pero si ha dicho que iba a ir
lento y que tenía una contractura!!! y no le pillamos en ningún punto
de encuentro!!!

Vuelta al metro, vamos ya a la meta. A ver si allí vemos a alguien....
Domingo en el metro, hora punta y nosotros en Sol. Tenemos que dejar
pasar un tren porque no cabemos y claro, los niños tan abajo, no
pueden respirar. Al pobre Raúl hay que llevarlo en brazos, a Javicho,
agarrado porque va más rápido que nosotras. Entramos en el siguiente
tren como sardinas en lata. Frena en seco, me trago a un señor mayor,
buf, al menos no he pisado al niño!!!

Llegamos a Retiro, es la 1. Turi ya ha tenido que llegar. Le llamo, me
cuelga, me llama, va por el km 40, andando!!! el pobre no puede con la
contractura, va de caseta de masajes en caseta de masajes para que le
echen Reflex y le estiren el gemelo.... Ahí llega Maribel!!! otra
sonriente, así da gusto, campeona. Turi llega andando. No lo habíamos
visto en ningún punto de encuentro porque nos íbamos antes de que él
llegara!!!!

En la puerta del Retiro, ya con más de 4 horas en las piernas, la
gente no puede más. A algunos los llevan agarrados, muchos van
andando, otros tropiezan con el bordillo de la acera, por favor, que
pongan una rampita para esta pobre gente. Pálidos, pezones sangrando
¡vaya caras! Y claro, el público animando: "¡¡¡Venga campeones!!!",
"¡¡¡que ya no os queda nada!!!", "¡¡¡ánimo, un esfuerzo más!!!".
Nada, ni por esas, si no pueden, no pueden, ¡bastante han hecho ya los
pobres! que entren andando si quieren, hombre.

Parece que hemos llegado a la meta.... pero, no!!! aún queda casi 1 km
dentro del Retiro. Debe haber 30 ºC, la solana que pega, la música, el
speaker, los gritos de ánimo de la gente, que llevo desde las 7 de la
mañana sin comer nada porque ¡no me ha dado tiempo a tomar un café! si
al final me va a dar a mi una lipotimia y me tienen que llevar en una
de esas camillas que hay para los corredores. Me duele la espalda de
la mochila ¡qué envidia los que están en las camillas con los
fisioterapuetas haciendoles masajes! y eso que yo no llevo a Raúl en
brazos, que la pobre Cristina va a acabar doblada....

Me llama Turi, José Manuel está con los del Samur con calambres en las
piernas. Bueno, no pasa nada, todo bajo control, para eso tienen
montados esos hospitales de campaña, que esto parece Kosovo.

Encontramos a Javi y a Juan Luis. Menos mal que tienen barritas a
punto de caducar y Coca-cola, porque estamos famélicos............ lo
devoramos todo.... Les dan los trofeos a los niños, como sólo hay para
uno de ellos (Juan Luis tendrá que apañarse para rifar el suyo entre
sus dos pequeñas), Javi le dice a Javicho: "Éste para Raúl y el de
Alberto (Turi) para ti", BIENNNN!!! me lo quité de encima, el troFEO
para el niño!!! un problema menos, ya no hay pelea en casa porque yo
quiero tirarlo a la basura y Turi guardarlo de recuerdo, je, je.

Se disuelve el grupo, cada uno a su casita a descansar. Yo creo que al
año que viene Raúl no se apunta, seguro que le dice a su madre: "No
voy mamá, mejor me quedo en casa haciendo deberes", porque el pobre
está agotado.

Recojo a Turi y vamos para casa, a paso de tortuga, claro, porque con
la contractura que lleva en el gemelo no puede casi caminar.
Perooo.... si que le da el cerebro para pensar en comprar los
periódicos, los dos, como todos los domingos, El País y El Mundo, por
si a alguno de los dos se le olvida alguna noticia. ¡Pero si te vas a
dormir la siesta y no te va a dar tiempo a leerlos! pero no, hay que
comprarlos. El Mundo lo encontramos, pero El País, nada, agotodo.
"Leelo en internet", le sugiero amablemente, pero no, no es lo mismo,
debe ser que tiene diferentes noticias, tiene que ser en papel. Uno,
dos kioskos, él esperando y yo, con mi mochila de uno a otro a ver si
está (¡menos mal que me comí la barrita energética!). Al final, tengo
que ir a la gasolinera de Sinesio Delgado a comprarlo. Turi se va a
casa, con mis llaves y se mete en la ducha mientras yo aporreo el
timbre, y claro, no me oye. Venga a llamar al timbre y al teléfono,
más que nada porque las Coca-colas ya empiezan a hacer efecto y me
hago pis que no puedo más. Pero Turi está dándose una ducha de
ministro, y no me oye. Ya estoy a punto de llamar al vecino cuando al
fin me abre, buf, menos mal.

Y esto no acaba aquí, porque ahora prepara la comida, la cena y la
comida de mañana, y no digas que estas cansada porque "tu no has
corrido una maratón". No, si no la habré corrido, pero me dan ganas de
preparar la del año que viene, para poder estar tirada en el sofá toda
la tarde.

Son las 22:30 y aún tengo que bajar la basura.....

26 de marzo de 2008

Alatriste

Ante la acumulación de ideas, artículos, comentarios y sugerencias que se me agolpaban en la cabeza, para ocupar este honorífico puesto de ser la entrada inicial que rompa el hielo en esta página, he optado por decidirme en base al libro que tengo entre mis manos últimamente, y en cuya lectura estoy sumergido (muy agradablemente por cierto): el último volúmen publicado hasta la fecha de la saga de las aventuras del capitán Alatriste.
Vaya por delante que soy fiel seguidor del autor de dicha saga, Arturo Pérez Reverte, tanto en su vertiente de escritor como en su vertiente de articulista, así que si alguien me encuentra tendencioso y poco imparcial tal vez haya algo de eso, no voy a ocultarlo, pero a fin de cuentas, ¿quién no es proclive a ensalzar la escritura de aquellos que le han hecho disfrutar con sus libros? y conste también que no con todos, pues ovejas negras haberlas haylas, pero bueno, el tema de este artículo es la saga del capitan Alatriste y no la prolífica obra del señor Reverte, a la cual puedo dedicarle otra entrada de esta página más adelante (prometido queda).
La saga de las aventuras del ya famoso capitán Alatriste consta hasta el momento de seis títulos:
El capitán Alatriste, Limpieza de sangre, El sol de Breda, El oro del rey, El caballero del jubón amarillo y Corsarios de Levante.
¿Y qué es lo que podemos encontrar en esta saga? se preguntará alguien tal vez. Pues para empezar son libros amenos y entretenidos, no resultan nada pesados de leer,(todo lo contrario), los argumentos no son nada farragosos ni tienen demasiados giros ni tramas enrevesadas, son típicas novelas de capa y espada, si es que eso puede catalogarse como género. Quien ya haya leído algo del autor encontrará la habitual prosa de Reverte, llana, directa, impactante, fresca y hasta un punto chulesca, pero mezclada a la vez con un grandísimo rigor histórico en todo lo referente a la época en que se producen los acontecimientos. Y aquí está el gran acierto a mi juicio del escritor y de la saga y el gran deleite que proporciona la lectura de estos libros: el hecho de que el autor se preocupa de exponer en detalle, explicar y hasta opinar sin dudarlo sobre hechos históricos constatados de aquellos años,con los cuales entrelaza el desarrollo de la ficción de las novelas. Cada libro se convierte en un fresco histórico inigualable, pues el autor se detiene concienzudamente (pero sin aburrir)en detallar la forma de vida de la época, las clases sociales, las formas de vestir, las costumbres,las ciudades, los acontecimientos etc. Y lo que es más difícil aún (tanto para escribirlo como para leerlo), el autor adopta un sinfín de términos de la época a la hora de las descripciones de los personajes y sus acciones, siendo un punto álgido de las mismas los numerosos lances de combate en los que se ven envueltos los protagonistas, y en los cuales me quito el sombrero (si lo llevara), ante las impresionantes descripciones de los duelos a espada, que aún desconociendo multitud de los términos empleados, hacen que te sientas dentro del combate mismo como si lo estuvieses viviendo.
En definitiva, y por abreviar, una serie de libros muy interesante y todos ellos altamente recomendables, que además pueden leerse por separado sin problema alguno, pues aunque se guarda un orden cronológico de hechos, y los personajes principales se repiten en los libros, las tramas de todos ellos son independientes y por ello pueden leerse en el orden que se quiera, sin que ello reste nada al conjunto final de la obra.